El jazz
Para comenzar a entender el origen del Jazz nos tenemos que trasladar al estado de Louisiana. Exactamente en la época de finales del siglo XIX y principios del XX.
Allí se produce la primera fusión musical entre la cultura africana y la europea. Una combinación que nace al mezclar las melodías religiosas procedentes de las comunidades blancas junto a los bailes de los esclavos africanos. De estos cantos tan peculiares aparecerá lo que conocemos, hoy en día, como Gospel.
Hablar de Jazz es hablar de blues, ragtime e improvisación. Sin estos tres elementos hubiera sido imposible conocer este género tal y como es en la actualidad.
Se tiene constancia que la primera grabación discográfica de Jazz apareció en 1917. Momento en el que los artistas comienzan sus shows en solitario con un algún elemento musical como batería, contrabajo, piano, guitarra y, por supuesto, el saxo. Unos cuantos años más tarde, exactamente en 1930, aparece el primer estilo de jazz conocido como hot jazz. La base para las queridas orquestas de swing.
Tras la Segunda Guerra Mundial, tanto las bandas como los cantantes solitarios comienzan a incorporar influencias de la música cubana. Originando dos vertientes: el jazz creativo e improvisado y el jazz atractivo que acabará evolucionado al Rhythm & Blues.
A partir de entonces todo cambiaría para la industria musical. Sin su evolución y los conciertos de jazz no hubiera sido posible el desarrollo del rock, el funk, el country y la música disco.
Durante los últimos años, este género ha vuelto a recuperar los sonidos tradicionales creando un nuevo estilo, el jazz contemporáneo.

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